Aniñón está situado sobre un cerro en el piedemonte de la sierra de la Virgen.
Los primeros vestigios de ocupación de la zona se han documentado en el yacimiento arqueológico del Cerro de los Moros, donde se han hallado los restos de un poblado celtíbero que pudo estar habitado entre los siglos IV al II a.C., no habiendo signos de destrucción violenta.
En el siglo XIV se levanta en la zona más alta la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, templo mudéjar que fue profundamente reformado en el siglo XVI, de una sola nave de cuatro tramos con cabecera poligonal de cinco lados, al que se accede por una portada renacentista, y que tiene adosada a los pies una torre de ladrillo de planta cuadrada y tradición mudéjar.
Conserva restos de la primitiva muralla del siglo XV en la parte del río, en la calle Herrería, y en la Puerta de la Villa, arco ojival que abría al camino de Calatayud.
Un antiguo molino de principios del siglo XX aloja el Museo del Aceite, donde podremos ver el proceso completo de producción del aceite.
La principal actividad económica del municipio es la agricultura de secano, siendo sus principales cultivos el cerezo, el almendro, el olivo y la vid. A ello hay que añadir la producción y posterior elaboración de vinos bajo la Denominación de Origen Calatayud.
La cereza es el cultivo típico y la principal fuente de ingresos agrícolas en Aniñón. La variedad más importante era la del Monzón, que se dedica a la industria conservera, aunque cada vez hay más variedades dedicadas al mercado como la Burlat, de la Vin, Moyares, Castañeras y Picotas.