El municipio de Aniñón tiene una producción agrícola completa y repartida entre olivares, almendros y viñas. Además de frutales, entre los que destaca el cerezo, fruta muy solicitada por el mercado nacional e internacional, tanto para consumo inmediato como para conserva.
En lo alto de la población, frente al caserío, se alza la Cooperativa del Niño Jesús del Monte, que gestiona toda la producción del municipio. También es conocido el vino que se produce en dicha cooperativa, que pertenece a la Denominación de Origen de Calatayud, y que se presenta como un vino joven de calidad llamado «Estecillo».
Del mismo modo, en Aniñón existe una almazara de nueva construcción, quedando la originaria de 1933 como Centro de Interpretación del Aceite: espacio museístico y didáctico, donde se conserva la maquinaria original que muestra el sistema de producción de aceite.
Además del Museo del Aceite, Aniñón merece una visita sin prisas. Un paseo por sus calles encaladas, que mantienen en gran medida el trazado medieval, pero con una arquitectura acondicionada a los tiempos modernos.
Diversos caminos en cuesta nos llevan a un mismo sitio: la parroquia de Nuestra Señora del Castillo, cuyo acceso nos recuerda la entrada en una fortaleza. La iglesia que hoy contemplamos es fruto de una sucesión de construcciones desde el siglo XIV. La parte más antigua es la mudéjar: torre campanario y muro de los pies, ambos con bella decoración geométrica con incrustaciones cerámicas.
La nave corresponde a las reformas del siglo XVI, al igual que el retablo mayor de Esteban de Obray y Gabriel JoIy. En el siglo XVIII se adosó en la parte sur la Capilla del Santísimo Misterio, con una abigarrada decoración barroca. En ésta se conservan las cinco formas sagradas que aparecieron intactas tras un incendio y que constituyen el «Misterio» que la población celebra como fiesta mayor el tercer domingo de septiembre.
La Puerta de la Villa, el antiguo hospital que hoy es sede del Ayuntamiento, las ermitas de San Ramón, Santa Lucía y Niño Jesús del Monte… son otros motivos de visita detallada.
Para los menos interesados en la historia, Aniñón también ofrece descanso en sus diversos bares, casino y piscinas. Eso sí, al dejar el municipio, al atardecer, no olvide echar la vista atrás para ver cómo el sol destella sobre la gran mole de la iglesia que con orgullo vela por su pueblo.